martes, 1 de febrero de 2011

"Óyeme, niña, Levántate!."


“Jesús notó al instante que una fuerza curativa había salido de Él ." (Marcos 5:21-43)
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Jesús no tiene ningún límite, ni de tiempo, ni de gravedad, ni de cantidad, lugar o espacio, edad o género, su fuerza sobrepasa todo, dos milagros en un mismo contexto lo comprueba.

¿Que comunes denominadores existen en estos dos milagros?

1. La necesidad de ser sanados.
2. Los dos personajes fueron en BUSCA de Jesús
3. Los dos casos habían empeorado y parecían sin solución.
4. Ambos CREÍAN, e hicieron un ACTO DE FE.
5. Ambos quedarón sanos.

La parte central es LA FE, Jesús lo confirma:

A la mujer de la hemorragia: "Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y queda sana de tu enfermedad", y al escuchar que decían que la niña había muerto le dice a Jairo: "No temas, basta que tengas fé." Échate a los pies de Jesús, aleja el temor, suplícale con insistencia, y haz un acto de fé, Jesús es el hijo de Dios, que te puede sanar.

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Jesús dice: "¿Crees que puedo?."
Contestación: "Si, señor, tu misericordia y poder son infinitos."
Acción de Jesús: "Sana"


Oración: Padre, te entrego mi voluntad, aumenta mi fé, te pido por todos los enfermos, en especial por los que padecen desde hace mucho tiempo, no permitas que se llenen de desilusión, aviva en
ellos la esperanza de que pueden sanar, por Jesucristo Nuestro Señor, Amén.


Con todo mi cariño, y enorme respeto,
Edith Rizo

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