lunes, 31 de enero de 2011

"Espíritu inmundo, sal de este hombre."


“Vete a tu casa a vivir con tu familia y cuéntales lo misericordioso que ha sido el Señor contigo ." (Marcos 5:1-20)
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Jesús fué el único que tuvo las fuerzas necesarias para dominar al personaje del evangelio, la fuerza que Jesús aplica es la fuerza del Amor, mostrada en su Misericordia, esto es, una gran compasión por lo que estaba viviendo este hombre: esclavo de un espíritu inmundo, lejos de su familia, sin techo, entre sepulcros, en una inmensa soledad y marginación.

¿En cuantas ocasiones te has sentido rechazado por alguien? Y si quién te rechaza es de tu propia familia el dolor se vuelve más intenso. ¿Cuales son las situaciones en las que te sientes esclavo?
¿Han existido noches en que la soledad retumba en tus oídos? Jesús viene con inmenso amor, se acerca y te dá una nueva vida, una vida de libertad, hoy te dice: "Aquí estoy, cerca de tí, sé lo
que sientes, yo te rescato... Vete a tu casa, regresa a ese lugar del que te sientes lejos, y dá testimonio de todas las maravillas que yo hago en tu vida."
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Jesús dice: "Vete a tu casa, dá testimonio."
Contestación: "Jesús, nada es imposible para tí"
Acción de Jesús: "Libera"


Oración: Padre, mi casa y mi familia eres Tú, gracias por mostrar tu misericordia y darme vida nueva, te pido por los que se sienten lejos del "hogar" por los que les pesa la soledad, susurra en su oído una palabra de cariño, que los haga volver a Tí, por Jesucristo Nuestro Señor, Amén.


Con todo mi cariño y enorme respeto,
Edith Rizo

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