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| "Predicaba y echaba a los demonios..." |
“Todos te andan buscando." (Marcos 1:29-39)
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Jesús siempre está disponible para los necesitados, la enfermedad nos puede sorprender en cualquier momento, pero Jesús es el doctor de doctores, el viene a nuestra casa, en nuestra enfermedad del cuerpo o del alma, sólo necesita ser avisado que lo esperamos, ya sea por nosotros mismos o por los demás, la oración es el aviso que llega a sus oídos.
En la casa de la suegra de Pedro...
1. Jesús se le acercó: Es pronto para responder, viene a tí, a lo más cerca: tu corazón.
2. La Tomó de la mano: "No estás sólo, háblame y aquí estaré, toma mi mano."
3. La Levantó: "Te saco de esa situación, te levanto a una vida nueva."
De madrugada, cuándo todavía estaba muy oscuro...
1. Jesús se levantó: De todas las actividades que hacía Jesús pone en primer lugar la oración, porque sabe que hay que llenarse de Dios antes de salir al mundo, hace el esfuerzo de levantarse antes de comenzar con sus labores, eso es lo que le dá la claridad y la fuerza para hacer su misión.
2. Se fué a un lugar solitario: Aleja todo lo que le puede distraer, está en intimidad.
3. Se puso a orar: Habla con su Padre, y hace silencio en la mente para ESCUCHARLO.
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Jesús dice: "Toma mi mano, aquí estoy."
Contestación: "Tu me levantas Señor, gracias."
Acción de Jesús: "Viene a tu casa."
Oración: Padre, cuándo te escucho en la oración me lleno de certidumbre y claridad, gracias por guiar mis pasos cada día, contigo nada me falta, hoy oro por los que no oran, y pido por los que más necesitados están de tí, toma su mano, sánalos, por Jesucristo, Nuestro Señor, Amén.
Edith Rizo
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