"Apenas se bautizó Jesús, vió que el Espíritu Santo descendía sobre Él"

 “Haz ahora lo que te digo, porque es necesario que así cumplamos todo lo que Dios quiere." (Mateo 3:13-17)

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Jesús, desde que nació estuvo limpio de pecado, no necesitaba ser bautizado, sin embargo con gran  humildad, se "formó" en las filas, con todos los que estaban esperando a ser bautizados por Juan, para así cumplir la voluntad de su padre, esta es una gran característica de Jesús: LA OBEDIENCIA.


Cuándo obedecemos la voluntad de Dios, nos llenamos de plenitud y gozo, entramos en un paz auténtica, porque comenzamos a caminar por el camino de la salvación, ser bautizado es limpiar aquello que impide recibir la gracia y la bendición de Dios en nuestra vida, el sacramento de la reconciliación nos hace revivir ese bautismo.


Cuándo Jesús es bautizado:
1. Se le abrieron los cielos: Es la presencia de Dios con ÉL
2. Vio al Espíritu de Dios que descendía sobre Él: Dios derrama su amor, y su fuerza en Cristo.
3. Escuchó una voz desde el cielo: Dios mismo lo confirma, "Este es mi hijo amado". Recibimos estos regalos en la confesión, la presencia de Dios sobre nosotros, derramando su misericordia y dándonos fuerza ante nuestra debilidad, y llenándonos de su amor de Padre.


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Jesús dice: "Es necesario cumplir lo que Dios quiere."
Contestación: "Tu palabra me dá vida, yo confío en tí, Señor."
Acción de Jesús: "Obedece"




Oración: Padre bueno y misericordioso, tu amor es tan grande que nos entregas a Jesús para que nos enseñe y salve, gracias por darme la oportunidad de recibir tu Gracia en cualquier momento, gracias por limpiar mi corazón, hoy pido la luz de tu Espíritu para ver con claridad aquello que estorba para mi crecimiento espiritual, y de tu fuerza para renunciar a ello, por Jesucristo Nuestro Señor, Amén.


Con Cariño y Respeto
Edith Rizo