jueves, 13 de enero de 2011

"Se le quitó la lepra y quedó limpio"

"Si quieres, puedes limpiarme...Yo lo quiero, queda limpio"



“Jesús se compadeció de él." (Marcos 1:40-45)
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Jesús jamás desprecia a un corazón sincero, mostrar nuestra necesidad con humildad, provoca su compasión, él se pone en tu lugar, siente lo que tu sientes, y ve lo que te duele, se conmueve ante ese dolor y te brinda la oportunidad de sanar.

Tener claridad de que te enferma, revisa a la luz de Dios tu interior... ¿De que necesitas ser sanado? ¿que enfermedad te mantiene prisionero?  El rencor, la ira, la desilusión, deseos de venganza, ¿Que te oprime? la depresión, el resentimiento, la tristeza, la angustia, el odio...

La verdadera enfermedad está en el corazón, salir al encuentro de Jesús, es el primer paso para la sanación, suplicarle de rodillas como el leproso, pero sobre todo creer que lo puede hacer, "La fé mueve montañas", "la compasión, abre el corazón."

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Jesús dice:      "Sí quiero, sana!"
Contestación: " Gracias por tocar mi corazón."
Acción de Jesús: "Quiere Sanar."

Oración: Padre, tengo tantas cosas que necesito sanar, pero pongo mis ojos en tu misericordia y tu amor, y sé que si te busco jamás seré defraudado, te entrego esto que no me permite recibir lo mejor, esto que me tiene atorado, destrúyelo, házme libre, por Jesucristo, Nuestro Señor, Amén.


Con Cariño y Respeto
Edith Rizo

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