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“No es posible evitar las ocasiones de pecado, pero ¡ay de aquel que las provoca!.” (Lucas 17:1-6)
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Ocasionar el mal para nosotros o la vida de los demás acarrea consecuencias graves, hoy escuchamos a un Jesús tajante respecto al mal, un Jesús que enfoca a evitar todo lo que nos daña, y sobre todo lo que daña a los demás.
Toda cosecha abundante comienza con una sola semilla, una sola palabra queda sembrada en el corazón y eventualmente dará un fruto. El poder que tienen nuestras palabras es enorme, necesitamos ser consientes del impacto que pueden tener y muy responsables antes de pronunciarlas.
Evitar el mal, comienza desde nuestra mente, con nuestras decisiones y nuestras palabras, es rechazar pensamientos negativos, y sustituirlos por pensamientos que nos llenen de vida, pronunciar palabras de bien es sembrar semillas de amor, semillas que darán frutos abundantes para un mundo mejor.
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Jesús dice: " Con mi ayuda puedes evitar el mal."
Contestación: " Mi fortaleza eres tu, Señor."
Acción de Jesús: " Previene."
Compromiso de Acción: Pesar dos veces antes de hablar.
Gratitud: "Tantas gracias por tus enseñanzas, eres único."
Con Cariño y Respeto
Edith Rizo
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