Evangelio: Mateo (6:7-15)
Cuándo fuimos a Disneylandia el año pasado, observába a los papás que llevaban niños pequeños, llenos de cosas, mochilas, sueters, jueguetes y demás, al final del día se veían muy cansados no sólo de recorrer el parque de diversiones, pero además de todo lo que habían cargado, yo pensaba: "Viajar ligero" "Simplicidad."
Perdonar es no tener en cuenta la ofensa o falta que otro ha cometido, en este sentido, el beneficio es "viajar ligero" sin llevar la carga o registro de las faltas de las equivocaciones de los demás, es sacudirme los errores de otros, y no terminar llevando en mis espaldas algo que no me corresponde, eso me hace libre, y ligero, contrario a lo que pensamos el beneficio primordial es para mí.
Nuestro maestro, Jesús hoy nos enseña a Orar al Padre, nos dá las palabras exactas y al final resalta que lo más importante es el Perdón, aprender a perdonar y practicarlo es la garantía de que seremos perdonados, porque no hay un sólo ser humano que no se equivoque, cada día, por eso cuándo alguno me lastima, enseguida digo: "Señor muéstrame cuándo he hecho lo mismo." Dios me refresca la memoria, y me viene al recuerdo algo similar hecho por mí, en ese momento me es más fácil perdonar sabiendo que yo también me equivoco.
Jesús dice: "Perdona y serás perdonado"
Contestación: "Señor, ayúdame a hacerlo"
Acción de Jesús: "Sé dócil a mi Espíritu"
Oración: Padre, tu Misericordia siempre está vigente, y no te importa la gravedad de nuestra falta sino el arrepentimiento sincero y el compromiso de enmienda, muéstrame cómo perdonas mis faltas para que yo pueda ser sensible a perdonar a los demás, por Jesucristo Nuestro Señor, Amén.
Con todo mi cariño, y enorme respeto,
Edith Rizo
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