"MISERICORDIA"

Le dijo: Sígueme. Él se levantó y lo siguió

"No son los sanos los que necesitan de médico, sino los enfermos ." (Mateo 9:9)

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Jesús elige a las personas que quiere que sean sus discípulos, y los invita a que convivan con él: SIGUEME! Esta es una invitación a conocerle de muy cerca, a respirar el aire que el respira, a comer con él, a ver las cosas desde su perspectiva, y a vivir su filosofía: La filosofía del AMOR.

El mal es la enfermedad del alma, una persona que no se siente amada muy difícilmente podrá sentirse feliz. El mal corroe, porque una vez que se anida va creciendo lentamente pero con consistencia, sacar de raíz el mal, es lo ideal, pero no siempre podemos hacerlo por nosotros mismos, Jesús, médico divino, sana antes que nada nuestra alma, cura aquellas heridas que sangran y se van haciendo más profundas, su amor es un bálsamo que renueva, sólo él tiene palabras de vida.

La buena noticia es que Jesús tiene el poder de sanar, pero nosotros necesitamos saber de qué queremos ser sanados, ver en nuestro interior y con su luz, detectar aquello que enferma mi alma, la misericordia de Dios es más grande y más profunda que un inmenso oceano, es el amor eterno que limpia y purifica, quedamos blancos como la nieve, cuando arrepentidos, clamamos a su misericordia.

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Jesús dice:                        "Sígueme"

Contestación:                   "Aquí estoy Señor, para hacer tu voluntad."

Acción de Jesús:              " Llama "

Compromiso de Acción:   Poner por escrito una nueva estrategia.

Gratitud:                           "Gracias Jesús porque me estas dando una nueva vida."

Con Cariño y Respeto
Edith Rizo