sábado, 23 de abril de 2011

"Aleluya, Aleluya."


Aclamación: "Aleluya, Aleluya."


SÁBADO DE GLORIA: Preparación para la vigilia Pascual Evangelio: Mateo (28:1-10)

1. Celebración del fuego nuevo.
2. Liturgia de la Palabra.
3. Liturgia Bautismal.

Era costumbre, durante los primeros siglos de la Iglesia, bautizar por la noche del  Sábado Santo, a los que querían ser cristianos. Ellos se preparaban durante los cuarenta días de Cuaresma y acompañados por sus padrinos, ese día se presentaban para recibir el Bautismo.

También, ese día los que hacían penitencia pública por sus faltas y pecados eran admitidos como miembros de la asamblea. Actualmente, la Vigilia Pascual conserva ese sentido y nos permite renovar nuestras promesas bautismales y acercarnos a la Iglesia con un espíritu renovado.

FUEGO NUEVO: Al iniciar la celebración, el sacerdote apaga todas las luces de la Iglesia, enciende un fuego nuevo y con el que prende el cirio pascual, que representa a Jesús. Sobre el cirio, marca el año y las letras griegas "Alfa" y "Omega", que significan que Jesús es el principio y el fin del tiempo y que este año le pertenece. El sacerdote llevará a cabo la bendición del fuego. Luego de la procesión, en la que se van encendiendo las velas y las luces de la Iglesia, el sacerdote canta el Pregón Pascual.

LITURGIA DE LA PALABRA: Después de la Celebración del fuego nuevo, se sigue con la lectura de la Palabra de Dios. Se acostumbra leer siete lecturas, empezando con la Creación hasta llegar a la Resurrección.

Una las lecturas más importantes es la del libro del Éxodo, en la que se relata el paso por el Mar Rojo, cómo Dios salvó a los israelitas de las tropas egipcias que los perseguían. Se recuerda que esta noche Dios nos salva por Jesús.

LITURGIA BAUTISMAL: Se bendice agua que representa la pila bautismal,se recita la Letanía de los Santos.

Esta letanía nos recuerda la comunión de intercesión que existe entre toda la familia de Dios.
Las letanías nos permiten unirnos a la oración de toda la Iglesia en la tierra y la Iglesia triunfante, de los ángeles y santos del Cielo. El agua bendita es el símbolo que nos recuerda nuestro Bautismo.

Es un símbolo que nos recuerda que con el agua del bautismo pasamos a formar parte de la familia de Dios. A todos los que ya estamos bautizados, esta liturgia nos invita a renovar nuestras promesas y compromisos bautismales: renunciar a Satanás, a sus seducciones y a sus obras, y a confirmar que somos de Cristo.

Jesús dice: "Renuévate y resucita en mí"
Contestación: "Tu me comunica una nueva vida"
Acción de Jesús: "Restaura"

Oración: Padre, en este día, abre nuestro entendimiento y enciende en nuestros corazones con la llama de tu amor, que tu Palabra llegue hasta lo más profundo de nuestro interior y sea depositada como una semilla de vida nueva, y que el agua que hoy recibimos nos recuerde que somos tus hijos, parte de tu familia, por Jesucristo Nuestro Señor, Amén.

Con todo mi cariño, y enorme respeto,
Edith Rizo













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